domingo, 27 de octubre de 2013

El amor nunca termina (III)

Capítulo 3
Te metiste en el baño no querías ver a nadie, no pudiste evitar que cayeran lágrimas de aquellos ojos marrones, no te creías lo que te acababa de decir aquella chica ¿Sería verdad? Tu decidiste optar por un sí.
Al cabo de diez minutos saliste, no valía la pena que lloraras por aquel chico que probablemente solo te veía como otra amiga más. Ese día Harry no apareció por clase y tampoco te llamó, ¿Por qué no te llamó? Te hacías esa pregunta todo lo que quedó de día.
Al día siguiente decidiste ir a buscarlo, era Sábado y ya habías estudiado con que saliste, cogiste a tu perro Luky y fuiste a la panadería, preguntaste a la dueña de la panadería que dónde podía encontrar a Harry y te dijo que fueras a su casa, pero no sabías donde estaba la dirección del chaval de que estabas enamorada. Ella te dijo que estaba en la calle de Londres, primera casa a la derecha número 96, tú te despediste con un simple gracias, no tenías muy buen humor. Cuando llegaste a su casa, no tenías el valor suficiente como para llamar a la puerta, lo intentaste dos veces pero retiras la mano rápidamente, cuando por fin decidiste tocar de una vez por todas. Abrió la puerta la hermana de Harry tu rápidamente preguntaste que si podías hablar con Harry, ella lo llamó con un grito, te iba a dar algo cuando le viste en boxes de color rojos , pero tenías que parecer que no te importaba.
-Hola Harry- dijiste algo enfadada
-Hola Ana- dijo él algo más contento
-¿Quería decirte una cosa?
-Dime, ¿de qué se trata?
-Tu novia me ha dicho unas cuantas, sobre nosotros. Sobre que solo te acercas a mí porque te doy pena y soy la nueva.
-¿Mi novia….? ¿Cuál de ellas? Jajajaja
-Harry yo  no me lo tomo en broma. Solo quería saber si es verdad.
-¿Se puede saber quién te ha dicho tal semejante idiotez?
-Verónica, tu novia
-¿Cómo? ¿Verónica?... Verónica esta pillada por mí desde hace tiempo y solo está celosa de ti porque lo tienes todo
Tu solo sonreíste y te pusiste algo roja

-¿De verdad no estáis saliendo juntos?
-No, yo nunca saldría con una chica como ella. No me gustan las personas que manipulan a otras para quedarse lo que quieren…
Tu no sabías que decir, ya que te abrazó diciéndote unas palabras que no esperabas que te dijera y que probablemente no olvidarías jamás
-…además no creo que ni una reacción de celos de otra chica acabará esta amistad.
-No, eso espero, es que no sabía cómo reaccionar  ante aquella chica y…
Harry te puso un dedo en la boca para hacerte una advertencia de que te callaras
-No te muevas, no quiero que este abrazo acabe jamás, quiero que dure y perdure por siempre
- Harry, no quiero ser aguafiestas pero no eso no va a poder ser posible porque ya es tarde y mi madre me estará buscando, así que tengo que irme.
Él te dio un beso en la mejilla y te acompañó a la puerta .
No podrías creer todo aquello y sobre todo que te había dado un beso en la mejilla ¿Estarías soñando? Te pellizcaste para comprobarlo, ¡ ESTABAS DESPIERTA! Lo único que fue hacer fue gritar, por más que lo pensabas no lo podías asimilar.
Llegaste a casa y lo que hiciste fue darle un beso y un abrazo a tu madre, ella no se lo esperaba y lo único que pudo hacer fue sonreírte y preguntarte que te pasaba y porque tanto cariño y amor, tu solo dijiste que era porque estabas feliz, contenta. Te fuiste a tu cuarto y solo podías reírte y bailar a tu grupo favorito.
Al día siguiente por la mañana te levantaste bien temprano ya que salías a correr como todos los fines de semana, te pusiste las deportivas y saliste a la calle de repente viste a Verónica que aparecía por la esquina de la derecha, tu decidiste ponerte los cascos con música para evitar que te hablara ya que no querías evitar ningún comentario egocéntrico más de aquella chica mal consentida. No tardaste en perderla de vista porque ella ni siquiera se fijó en ti.
Fuiste a un parque para descansar y para beber agua de una fuente que había en el centro de este, en ese momento viste a Harry con una sudadera morada y pantalones negros. Él no te vio ya que iba con prisa para abrir la panadería y preferiste no molestarlo.

sábado, 26 de octubre de 2013

El amor nunca termina (II)

Capítulo II
No pegas ojo en toda la noche, solo das vueltas, pensando en todo lo que le habías dicho a Hugo sin importarte sus sentimientos, sin dejarle responder.
El daño ya estaba hecho, no querías pensar más en aquel tema y menos que te llamara más para que le dieras explicaciones más de las debidas.
Llegó la mañana del Martes y tú como siempre te levantas y te vas abajo a desayunar con tu madre antes de que se vaya a trabajar. Desayunaste rápido porque llegabas tarde, te vestiste cogiste tu mochila y te vas al instituto. Cuando llegaste parecías más feliz, porque sabías que aquel chico se encontraba entre aquellas cuatro paredes. Lo viste hablando con unos compañeros de su misma clase. Él te vio pasar y corrió a verte.
-Ei, hola.
Tú te paraste ya que se interpuso en tu camino, te quitaste el pelo de la cara y le saludaste amablemente.
-Hola Harry
-Ayer cuando fuiste a la panadería me dejaste a medias….
-¿En serio?, lo siento mucho jajajajaja-dijiste con una larga carcajada
-Si bueno, jajajaja era para decirte que ¿Cómo te llamas? Es que yo te dije el mío pero tú no me dijiste tuyo.
-Me llamo Ana, lo siento pero tenía prisa por llegar a casa.
-No te preocupes….
De repente el timbre sonó para el comienzo de las clases y cada uno os fuisteis al aula que os correspondía.
Se te hizo aquella clase de matemáticas ya que aparte que no entendías mucho, no estaba al lado tuyo aquel muchacho que hacía que en un mundo de dragones y montruos  te encontraras como la princesa de tu propio cuento.
Cuando terminó las clases fuiste dando un paseo a casa, pero te sorprendió que tenías un papelito en el bolsillo de tu abrigo, te paraste en medio de la calle y lo abriste con cuidado, no podías esperar a casa para saber de qué se trataba, lo terminaste de abrir y viste que se trataba de un número de Harry pero no ponía remitente.

Llegaste a casa algo confundida así que te fuiste a tu cuarto a pensar de quien podría pertenecer aquella gran fila de números. Te cansaste de observarlos con que decidiste llamar aquel número al otro lado no parecía contestar nadie así que ibas a colgar pero alguien contestó:
-¿Si?
-Si, buenos días, alguien me ha dado su número
-JAJAJAJAJAJA no hace falta que me trates de usted Ana.
-¿Harry eres tú?
-Pues claro que soy yo. ¿Quién creías que fuera?
-No se…
-Pero cada uno tiene nuestro número  jajajaja.
-¿Cómo conseguiste meterme el papelito en abrigo?
-Fue fácil, cuando fui a saludarte corriendo, lo metí.
-Mmmm… Muy hábil tú e.e.
- Lo se jajajaja trucos que me enseño mi primo de pequeño
-Bueno Harry ya es tarde, me tengo que ir a cenar. Lo siento. Nos vemos mañana
-Vale, buenas noches princesa. Nos vemos.
-¿Princesa? Jajajajaja bueno vale. Hasta mañana casanova jajajaja.
Colgaste el teléfono y no evitaste ponerte roja, te levantaste de la cama y te pusiste a saltar como una loca. No te creías que tuvieras el teléfono del chico más atractivo de todo Holmes Chapel.
Cenaste corriendo, y como todos los días comenzaste a hablar con tus amigas. Te sentías muy feliz ya que no sabías como expresarte, cambiabas las letras de nerviosa que estabas.
Te quedaste hasta que tu madre te llamó para que te acostaras, esa noche la pasaste toda de un tirón ya que soñaste con Harry. No comías , apenas dormías así pasaron unos días. Harry y tú hablabais todos los días por teléfono y en el instituto igual, os llevabais de maravilla.
Un día en el instituto no viste a Harry pero viste a una chica que tenía unas mechas californianas más o menos de tú edad  que se iba acercando poco a poco a ti se quedó frente a ti y comenzó a decirte unas cuantas cosas que te pillaron algo desprevenida por una parte algo conmovida ya que no se esperaba aquellas palabras tan alocadas
-Hola ¿Eres Ana?
-Si y tu ¿quién eres?
-Soy  Verónica, la novia de Harry.
Tú te quedaste algo sorprendida porque no te había contado nada de Verónica en aquellos días.
-Lo siento Verónica pero Harry no me ha contado nada sobre ti
-¿A no? Pues a mí me ha contado muchas cosa
-Espero que buenas….
 -No lo dudes.
-No sé qué decir….
-Pues yo sí, simplemente quiero decirte que te alejes de Harry, que él no quiere saber nada de una niña tonta como tú, él quiere estar conmigo, él solo es amable contigo porque le das pena y eres nueva en el instituto.
Solo pudiste darte la vuelta y correr, correr a un lugar donde nadie te pudiera encontrar.

El amor nunca termina

CAPÍTULO I
Coges tus cosas, te montas en el coche no querías pensar en nada, solo quieres desaparecer de aquel lugar, en realidad no. A tu padre lo habían transladado.
Son bastantes horas de viaje, pero no te aburres solo tienes tu móvil y tu mp3 para distraerte. Has dejado en España todo lo que te importaba, tus amigas, tu novio, todas las cosas que te importaba se han ido.
Llegamos a Londres después de 14 horas en aquel asiento en donde se te quedó el trasero cuadrado.
A unos diez minutos  llegasteis a vuestra casa en la que pasareis mucho tiempo. Holmes Chapel era una ciudad, que era un poco pequeña ya que no había casi nada pero lo bastante grande para ti para no hacer nada de nada durante todo el día.
Ese día solo cenasteis y os fuisteis todos a las cama bien pronto.
Al día siguiente te levantas temprano para ir a tu primer día de clase en aquel desconocido lugar, no sabes que hacer y donde tirar. Ves que hay bastantes chicos que se dirigen al instituto de aquel sitio.
Al llegar a la puerta del instituto viste a una gran cantidad de chavales caminando de aquí para ya, tu primera clase era la de Biología, no tenías ni idea de donde estaba la clase con que preguntaste a un chico que se encontraba delante de ti de ojos verdes y ricitos castaños que estaba charlando con sus amigos. Le empezaste a hablar:
-Hola – dijiste algo tímida-
- Hola- dijo él con una sonrisa en la cara-
- ¿Me podrías decir dónde está la clase de Biología?
- Claro. Está a la derecha, pero no te preocupes, te acompaño yo porque tengo también la misma clase y vamos juntos.
- Vale –dijiste con una sonrisa que no te costaba pronunciar.
Fuisteis a la clase de Biología y la profesora comenzó a hablar y darte la bienvenida a ti, y al nuevo curso. Había un asiento libre al lado de aquel chico que te ayudó a encontrar la clase. No parabas de observarle.
No pudiste prestar atención a aquella clase de bienvenida y parecía que el muchacho tampoco.

Terminó, y saliste de la clase, ese día no coincidía que tuvieras más clases con él.
Cuando llegaste a casa, tu madre te mandó ir a comprar el pan para la merienda con que saliste de casa a la panadería más cercana, en el mostrador no se veía a nadie, cuando salió la dueña de la panadería te dijo que te iba a atender su mano derecha porque ella tenía prisa. A los cinco minutos ves al chico de la clase de Biología detrás del mostrador.
Lo primero que hiciste fue reírte no podías imaginar que aquel bombón estuviera trabajando allí, él se miró de arriba abajo y te dijo:
-¿De qué te ríes?
-Emm… Perdona es que me ha hecho gracia verte con el delantal y no me lo esperaba, perdona.
- No te preocupes mis amigos se siguen riendo del delantal y todo eso jajajaja, ¿Qué te pongo?
- Una barra de pan, por favor, ¿Cuánto es?
 - Pues eran 1.60 euro, pero como me caes bien te lo dejo a 1 euro.
- Bueno…. Muchas gracias….
-Harry, mi nombre es Harry.
- Harry… bueno pues muchas gracias Harry, nos vemos mañana en clase…
- Vale…. Pero….
Tú saliste de la puerta sin dejar terminar a Harry, llegaste a casa y le diste a tu madre el pan para que te hiciera tu bocadillo favorito: Un bocadillo de chocolate.
Te metiste a chatear con tus amigas españolas, que te decían que te echaban de menos, ya que estabas muy lejos, les contaste todo lo que te había pasado en aquel día. Cuando lo contabas te ponías roja, en ese momento te llamaba tu novio Hugo.
-Hola cielo- dijo él-
-Hola- dijiste
-¿Qué tal estás? Yo te echo algo de menos, me siento muy solo, sin tus abrazos y tus besos que hipnotizaban.
- Ya bueno, respecto a eso, tenemos que hablar- dije yo algo más seria-
- ¿Ocurre algo Ana?
- Si, bueno verás, yo creo que lo nuestro no funciona desde antes de que me fuera, y lo peor ahora que tenemos una relación a distancia, con que lo siento pero lo nuestro terminó
-P…
No dejaste que terminara la frase, y colgaste el móvil.
No tenías ganas de hablar con nadie, solo te fuiste a la cocina donde estaba tu madre terminándote de hacer el bocadillo con el zumo, lo cogiste y te saliste fuera a comerlo tranquilamente en el porche, no podías parar de pensar en aquel chico y en hacerte preguntas que no llegaban a ninguna parte porque eran de esas que no llegaban a ninguna parte, o de las que se iban respondiendo con el tiempo.